jueves, 11 de diciembre de 2014

6. Soledad

La soledad se ha INSTALADO en mí, no quiere salir, no lo hará. Me ha confundido con la risa de un niño, con el llanto de un anciano. La soledad, dice que soy su alma favorita, que soy tan débil que no me esfuerzo por ahuyentarle. Prefiero que esté ella en mi, no porque sea antisocial sino porque prefiero morir junto a un sentimiento antes que junto a un cuerpo inerte que traiciona. La soledad me devora. Es la razón de todas mis inquietudes, de todos mis insomnios. Por su culpa ya no tengo amigos de verdad, ni colegas que me acompañen en las épocas tormentosas. Pero la tengo a ella, que se ha instado en mi y no se irá. 
Postrada en el aire, se cree que por flotar y llenarlo todo ya es la luna. No quisiera ofenderle pero CADA vez que oigo su NOMBRE quiero llorar, no por ser preciosa, si no por ser cruel. AHORA nos amamos mutuamente ya que vivimos juntas PARA toda la eternidad, pero juro que fue muy cruel conmigo, cada vez que yo quería relacionarme, ella me arañaba la mente HASTA llenar de codicia hasta mí última respiración, hasta llenarme de inmundicia y "marginación".
Y sé que uno de esos abrazos por detrás me harán sentir mejor, sé que entrelazar mis dedos entre tus rizos me hará sentir viva. Pero la Soledad es tan fuerte que por cambiar el frío por calor, me quema los dedos hasta convertirlos en ceniza encima tus rizos, esos hermosos rizos, ahora ya sucios de quemada inmundicia. 

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