jueves, 14 de mayo de 2015

28. A mi musa inconsciente.

Miro la ciudad desde mi exilio,
no me gustan los coches que pasan
sin esencias por debajo
de mis pies que tanto han recorrido.

No me gusta esta ciudad
pero me gusta vivir el bullicio
en tu cuerpo.

Dime algo, dime algo musa inconsciente
que vivo en ti y no lo sabes,
que el cielo lleva tu color
y tu nunca estás a mi lado para mirarlo,

Ojalá no gritase tanto tu nombre,
ojalá no sea yo la única loca de la ciudad,
ojalá consiga matar este hambre,
ojalá saltar y romperme el recuerdo de tu cara.

Soy la mujer de tu cuerpo
que no sabe vivir en la ciudad
y se tortura el sentimiento
para no perderte cada día un poco más.

Soy  del cielo
¿De tus ojos puede ser?
Soy la niebla;
la sombra,
la sombra que persigue tus pies.

martes, 12 de mayo de 2015

27. Ayer fue anoche

Ayer fue anoche
y hoy he amanecido ensangrentada.

He tocado con las yemas de los dedos
el miedo que se palpa.

Camarada,
acércate,
vamos a vivir juntos,
seamos valientes
                                          seamos musas.


Tanto tiempo buscándote las bragas,
vida,
para que al meterte mano
estés tan fría.

¡Oh el hastío!

El pasado suena a codicia
pero yo estaba muerta
y nadie lo sabía.

He resucitado, creo.

Ahora voy a seducirte perra.
Ven, ven, sólo ven,
ven a vivir(me)
vamos a vivir(nos).

Enfríame el alma
y ponme escudo,
luego, desnúdame,
                                 la palabra.

domingo, 3 de mayo de 2015

26. Arte

Cansada de que otras pieles la hagan sentir arte, se hizo a sí misma una obra única.

He recorrido espaldas
desde los hombros hasta las nalgas
y en ellas he escrito antologías
de versos que no las pertenecían.

He visto lienzos en un vientre
en el que están grabadas todas
y cada una de mis pinturas,
acuarelas y desastres a pinceladas.

He visto el piano en unos muslos
y me convertí en Beethoven
eufórico e incomprendido,
solo quería componerme el destino.

Nadie supo hacerme arte.

Pero yo me estoy haciendo.
Me he cansado de medias tintas,
de incomprensiones en plena madrugada.

Cojo mis pinceles y me dibujo.

Escribo en mi cuerpo versos de amor.

Me siento Beethoven en el campo.

Me escribo y me canto.
Me retrato en otros alientos.

Mi amor, esperaba que los artistas me hicieran musa pero yo siempre me adelanto, hoy me paro, me paro para admirar el movimiento de mis dedos torpes. Me paro para mirarme los defectos y borrarme los versos que le hice a quién no lo merece. He vivido tanto tiempo en un vientre que hoy la luz me ciega, y no, ya no puedo verte. Solo me queda hundir en mi alma la cabeza y que dejar que el talento brote.

Por fin, soy mi propia y única obra.