No hablaré ni del SOL
ni de la luna, porque no están a mi alcance, pero hablaré del color de tus ojos azules y de tus pupilas grandes.

Juro que la naturaleza me da igual cuando te deseo, ya que eres la vida, mi vida, la naturaleza no es más que alguna de tus PARTES
.

Es muy triste depender de alguien, pero tus pestañas son los hilos que controlan CADA
uno de mis latidos y tu precisión es formidable.

No llores porque las penas tuyas provocan en mí el desastre, no suspires que ya envejezco; no te enfades que se caen las gaviotas de nuestro cielo gris.
Nuestros pájaros negros se ríen ante tu palidez inhumana, se ríen de la luna que AHORA
se cree mujer bella y descuidada.

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