miércoles, 24 de diciembre de 2014

17. Escribir fatal corrompe cuerpo y alma.

El ordenador, cuadrado
y agobiante me mira.
La hoja de escribir
sigue en blanco.
No puedo.No quiero.
Dejas de parecerte
un genio cuando
te lees con ojos ajenos
y serios.

Versos verdaderamente bastos
fracasos, pésimos,
falta de talento que
busca inspiración
donde apenas hay voluntad.

No puedo escribir poesía
ni prosa por estar presa de pensar
que estos días
escriba lo que escriba,
sienta como sienta;
termina en la opción "eliminar".

Empezar a escribir
con una sequía de palabras
es como pasar un domingo
a solas con el perro del vecino.

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