miércoles, 30 de diciembre de 2015

metálicas puertas verdes

Despedazo mi delirio hasta convertirlo en Dios.


Raja la planta de mis pies
la nostalgia rota de vivir
atrapada en la “infancia”,
perdida por el camino,
me desprendo de la raíz
de cada recuerdo contraído.
Convierto el mundo real
en mi mundo de desasosiego.


Escribo palabras separadas
miles de palabras separadas
sin significado alguno
más allá del establecido.

Escribo sobre mundos no de este mundo,
escribo sobre la muerte
como mero hielo de vida.


Sueño con despuntar alto
volar con los pájaros,
desmentir la desdicha del destino,
el poeta es un cuervo,
un canalla, idealista y enemigo.


Perdidas en las islas
las melancolías, en la orilla
lloran palmeras de cera,
mienten medias y bocas frías.


Silencios gritan al alma,
soledad comprimida en un cuerpo
que vaga por las salas de espera
esperando una compañía,
una mano, un beso, o un mundo
con puertas verdes
abiertas al paraíso.

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